martes, 17 de julio de 2007

14 de Junio de 1982 Fin de la Guerra de Malvinas


Han transcurrido 25 años de la finalización de la guerra por nuestras Islas Malvinas.
Fueron 653 los patriotas argentinos que murieron por la defensa de los derechos sobre las islas. Es el turno de los legisladores y de nuestro cuerpo diplomático de continuar con el reclamo ante los foros internacionales en pos de las negociaciones bilaterales entre la Argentina y el Reino Unido.

Es conveniente recordar algunos hechos que demuestran el trabajo en equipo de nuestra Cancillería y de los bloques parlamentarios en concordancia con el Ejecutivo.

Inglaterra rechazó durante años la calificación hecha por las Naciones Unidas, por considerar que éste no era un conflicto bilateral, en tanto los pobladores de las Malvinas eran “terceros”, y había que atenerse a sus “deseos”. La posición británica llegó a expresarse en la consigna: “Los deseos de los isleños son supremos”.

La República Argentina sostenía que cualquier solución debía atender los “intereses” de los isleños, pero insistían en que ellos carecían del derecho a la autodeterminación, por cuanto no constituían un pueblo aparte. Eran británicos y, como tales, no podían ser árbitros de un conflicto en el cual su propio país era parte.

Hasta hace poco, la interpretación argentina era negada, no sólo por la diplomacia británica. También por la legislación del Reino Unido, que no consideraba a los pobladores de las Malvinas como “ciudadanos británicos” sino como “ciudadanos de un territorio de ultramar”.

Actualmente, la legislación del Reino Unido reconoce que los habitantes de las islas Malvinas no constituyen una entidad separada, sino que son ciudadanos británicos. Así surge, claramente, de la legislación citada en este proyecto.
Según esa legislación, da lo mismo que una persona nazca en Londres, Cardiff, Edimburgo, Belfast o las Malvinas. En cualquiera de esos casos, es británica.
Por lo tanto, el Reino Unido ya no puede decir que en el conflicto de las Malvinas hay tres partes: los argentinos, los isleños y los británicos.

Queda admitido que ese conflicto es bilateral, y debe ser resuelto –como lo reclama las Naciones Unidas-- por las dos partes: la Argentina y el Reino Unido.

El Senado considera que esta “confesión de parte” remueve el argumento con el cual se justificaba el incumplimiento de lo dispuesto por la ONU. Por lo tanto, la reivindicación por las Islas Malvinas debe ser considerada una “política de Estado”.

De ahí la importancia de referir esa legislación, hasta ahora nunca invocada, al Comité de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas, donde está radicado el conflicto.

Y por fin el 6 de Junio del 2007, el Senado de la Nación, aprobó por unanimidad un proyecto del Senador Terragno, referido a Malvinas. Quedando admitido que el conflicto es bilateral, y debe ser resuelto –como lo reclama las Naciones Unidas-- por las dos partes: la Argentina y el Reino Unido.

Conclusión:


Si bien en 1982, la Argentina perdió la guerra con Gran Bretaña; Gran Bretaña perdió los dos argumentos que tenía para justificar su permanencia en las islas:
1.- La posesión pacífica e ininterrumpida. Esta situación, que venía de 1833 se quebró el 2 de abril de 1982.
2.- El derecho a la autodeterminación de los habitantes. Después de la guerra, el Reino Unido sancionó una ley reconociendo lo que siempre había dicho la Argentina: los isleños no son un “pueblo”, son parte integral del Reino Unido.


Enrique Luis Liccardi Sañudo

Presidente de RECREAR Pinamar


Fuente: Congreso de la Naciòn

No hay comentarios.: