miércoles, 8 de agosto de 2007

Las deslealtades de CPC

Francisco de Narváez y Jorge Macri han avanzado en las negociaciones que anticipó hace 1 semana Urgente24, y ya se trabaja en la lista de legisladores bonaerenses.

El diálogo entre ambos prosperó y ahora se trabaja en la concreción de una serie de acciones proselitistas que deberán incluir a Mauricio Macri.

Sin embargo, considerando los crecientes problemas que tiene Mauricio Macri con el Gobierno Nacional por la negociación de las transferencias de organismos de la Nación a la Ciudad, ni Narváez ni Jorge Macri especulan con más de media docena de actos públicos junto a Mauricio Macri.

De todos modos, el objetivo fue alcanzado y, en todo caso, ahora lo que se espera de Mauricio Macri es la definición de quién será el candidato presidencial a quien llevaría en la boleta la gente de PRO.

Debe hacerse notar que entre PRO de la Ciudad de Buenos Aires y PRO bonaerense hay cierta desconexión de objetivos porque los porteños prefieren circunscribir su territorio ya que, aparentemente, toda la definición presidencial les provoca problemas internos (por ejemplo, Propuesta Peronista sería refractario a ir con Roberto Lavagna).
En cambio PRO bonaerense reclama que es importante ir con una oferta presidencial junto a la de gobernador porque resulta insólito exigirle al electorado que corte boleta o realice otras acrobacias electorales.

Precisamente acerca de quién será el candidato presidencial de PRO, el cofundador de la alianza política, Ricardo López Murphy advirtió que aliarse con Roberto Lavagna sería “subordinarse” , pero consideró que si Mauricio Macri decide acompañar la candidatura presidencial del ex ministro de Economía sería “clarificador” de sus “lealtades”.
López Murphy, líder de Recrear, le recomendó a Mauricio Macri que ponga fin a su “indecisión” en cuanto a si lo respaldará o no en las elecciones de octubre próximo, y reiteró que se postulará a la Presidencia con o sin el apoyo del empresario.

Esto significa la ruptura de PRO, fundado por López Murphy y Macri, quien frente a los problemas que provoca una eventual elección de Lavagna, según los colaboradores de Horacio Rodríguez Larreta, vicepresidente de Compromiso para el Cambio, el otro protagonista de PRO, preferiría no apoyar ninguna candidatura presidencial.

López Murphy manifestó que “la política necesita alianzas, negociación y comprensión, pero en términos de un acuerdo mutuo, no de una subordinación” y agregó: “Lo que no puede haber acá es indecisión; hay que tomar un rumbo y hacer frente a las circunstancias, que yo sé que son difíciles, pero justamente porque son así, difíciles, no le pido a nadie que ponga el cuerpo, lo pongo yo”.

Pero Macri ayer partió rumbo a México y tomará la decisión de qué hacer en octubre a su regreso de ese país.

En algo tiene razón López Murphy: en calificar de “falsa” e “infantil” la idea de que “se puede suspender la historia para conservar un triunfo anterior”.

Por cierto que resulta estúpida la idea de que porque no se compita en octubre, Mauricio Macri conservará la imagen de triunfador porque la foto más reciente es la que vale, o sea podría olvidarse que alguna vez fue derrotado por Aníbal Ibarra.

PRO no puede dejar de tener un candidato presidencial, propio o extraño, en octubre; y deberá colaborar con el acuerdo político bonaerense porque, de lo contrario, Mauricio Macri tendrá serios problemas cuando intente escalar como líder nacional.

En cuanto a Mauricio Macri y la Ciudad de Buenos Aires, fue Fernando De la Rúa el primero en prometer, durante su campaña electoral para la jefatura de gobierno, realizar "una reforma administrativa con mayores controles internos y externos". Pero no cumplió. Ahora Macri dice que quiere su oportunidad.

Al "candidatearse" para la Jefatura de Gobierno, en 2000, Aníbal Ibarra prometió que sería "el primer jefe de la policía porteña", porque le sería traspasada la Federal. Y 7 años después, Macri todavía pelea por lo mismo.

Ibarra aseguraba que el sistema de salud público entregaría turnos por teléfono y por Internet, que 3 millones de vecinos tendrían tarjetas magnéticas gratuitas con su historia clínica, y que instrumentarí a métodos especiales para cobrar a la provincia de Buenos Aires por los servicios prestados.

Ahora Macri llegará con ambiciones similares en su proporción. E Ibarra, destituido en marzo de 2006 por su responsabilidad política en la tragedia de Cromañón, intentará ser su fiscal desde la Legislatura de la Ciudad.

De todos modos, Macri no debería perder de vista, por lo menos, el Gran Buenos Aires, zona de contención para cualquier proyecto que involucre a la Ciudad y por eso es importante para él realizar una buena elección bonaerense.

Entonces, antes que se lo propongan Francisco de Narváez y Jorge Macri, el propio Mauricio debería ofrecerse a una participación bien activa en el proselitismo bonaerense. ¿Que Rodríguez Larreta y otros afirman que es mejor recluirse en la Ciudad? ¿Y desde cuándo Rodríguez Larreta sabe algo de política?

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